martes, 20 de noviembre de 2012

Convivencia durante los cambios de clase


Tras varias tutorías en las que al comentar la marcha del curso vuestros hijos se quejaban sistemáticamente del comportamiento que tenían en los períodos de cambio de clase y tras trasmitirme vosotros vuestra preocupación porque debido a los “juegos” que los alumnos practicaban ya se había producido algún incidente más serio (de deterioro de materiales) hemos llevado a cabo algunas medidas que paso a detallaros.

Como os comenté en la reunión de padres, lo primero que hicimos fue un listado de acciones que estaban llevando a cabo en estos períodos y de sugerencias para mejorar la convivencia. Este listado se elaboró tras contestar los alumnos a las siguientes cuestiones:
  1. ¿Que hago para divertirme en los cambios de clase?
  2. ¿Qué no me gusta que otros compañeros (me) hagan durante los cambios de clase?
  3. ¿Qué sugiero para mejorar la convivencia/ambiente de la clase?

Pusimos en común este listado y quedamos, puesto que estaba claro que los compañeros demandaban que se atajaran determinadas acciones, en dejar de hacer cosas que molestaban a los demás. Tras este compromiso, algunos alumnos fueron sancionados por el Jefe de Estudios que les pilló en uno de los juegos-peleas que terminan en llanto.

Puesto que el grupo no estaba cumpliendo los compromisos, la siguiente medida fue la observación por parte de todos alumnos de las acciones que se habían comprometido a modificar y que todavía seguían produciéndose y de las sugerencias de mejora. Para ello elaboré una tabla con el listado de normas/compromisos para mejorar la convivencia durante los cambios de clase del que os he hablado anteriormente y durante una semana los alumnos la rellenaron escribiendo si ellos mismos estaban incumpliéndolas, si eran víctimas de una de estas acciones o si veían a alguien incumpliéndolas. Igualmente escribían las acciones para mejorar la convivencia observadas. Les comenté que esperaba recoger las hojas con toda la parte superior en blanco (la de acciones que no debían producirse) y con la parte inferior (la de mejora de la convivencia) llena de nombres. También les advertí de que en caso de que no fuera así tendríamos que empezar a aplicar sanciones. Este es el modelo para un día (la suya no tenía la traducción al español):



Tras recoger y analizar las observaciones realizadas por los alumnos en una semana, la conclusión fue que tres alumnos destacaban por su reiteración en el incumplimiento de los compromisos y que había un gran número de alumnos que estaban llevando a cabo las sugerencias para mejorar la convivencia. Estos tres alumnos recibieron un parte de comisión de una falta leve y todo el grupo en general una felicitación por haber muchas personas llevando a cabo alguna de las tres acciones propuestas para mejorar la convivencia.

La siguiente semana, y siempre con el objetivo de seguir mejorando la convivencia, en vez de repartir la hoja de observación a todos los alumnos decidí que dos observadores rotativos por semana eran suficientes y que empezaban el primero y el último de la lista.

El grupo ha mejorado en alguno de los aspectos: ya no juegan a quitarse el material, ni a impedir el acceso a las taquillas, ni a tirarse del pelo ni prácticamente a columpiarse en los pupitres de otros. Pero todavía corren por la clase, se tiran cosas y se empujan.

En esta tercera semana (19- 23 de noviembre) otros dos alumnos están realizando la observación.

Ha surgido el conflicto entre los alumnos sobre si la observación/denuncia del incumplimiento de normas acordadas entre todos para mejorar la convivencia era “chivateo”. Mi opinión es que no. Según el diccionario de la RAE, “chivato” (en nuestro contexto) es “soplón”

chivato, ta.
1. adj. soplón. U. m. c. s.
2. adj. Col. Dicho de un niño: Vivaz y atrevido, que mezcla ingenio y descaro.
3. m. Chivo que pasa de seis meses y no llega al año.
4. m. Dispositivo que advierte de una anormalidad o que llama la atención sobre algo.
Etc.
soplón, na.
(De soplar, sugerir).
1. adj. coloq. Dicho de una persona: Que acusa en secreto y cautelosamente.

Bajo mi punto de vista, ningún alumno está acusando ni en secreto ni cautelosamente, sino abiertamente denunciando unas actitudes de las que están cansados porque consideran que perjudican la convivencia.

La siguiente medida va a ser una explicación por parte de la enfermera del centro de las posibles consecuencias para su salud de correr por un espacio tan reducido y lleno de obstáculos como la clase, tirarse cosas y empujarse.

Estaría encantada de recibir vuestra opinión (no sólo sobre la idea del chivato sino sobre las medidas llevadas a cabo) y cualquier sugerencia que se os ocurra.

Os recuerdo que estoy a vuestra disposición los lunes de 9,15 a 10,00 y en el correo ana.gil@educa.madrid.org

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