Tras varias tutorías en
las que al comentar la marcha del curso vuestros hijos se quejaban
sistemáticamente del comportamiento que tenían en los períodos de
cambio de clase y tras trasmitirme vosotros vuestra preocupación
porque debido a los “juegos” que los alumnos practicaban ya se
había producido algún incidente más serio (de deterioro de
materiales) hemos llevado a cabo algunas medidas que paso a
detallaros.
Como os comenté en la
reunión de padres, lo primero que hicimos fue un listado de acciones
que estaban llevando a cabo en estos períodos y de sugerencias para
mejorar la convivencia. Este listado se elaboró tras contestar los
alumnos a las siguientes cuestiones:
¿Que hago para
divertirme en los cambios de clase?
¿Qué no me gusta
que otros compañeros (me) hagan durante los cambios de clase?
¿Qué sugiero para
mejorar la convivencia/ambiente de la clase?
Pusimos en común este
listado y quedamos, puesto que estaba claro que los compañeros
demandaban que se atajaran determinadas acciones, en dejar de hacer
cosas que molestaban a los demás. Tras este compromiso, algunos
alumnos fueron sancionados por el Jefe de Estudios que les pilló en
uno de los juegos-peleas que terminan en llanto.
Puesto que el grupo no
estaba cumpliendo los compromisos, la siguiente medida fue la
observación por parte de todos alumnos de las acciones que se habían
comprometido a modificar y que todavía seguían produciéndose y de
las sugerencias de mejora. Para ello elaboré una tabla con el
listado de normas/compromisos para mejorar la convivencia durante los
cambios de clase del que os he hablado anteriormente y durante una
semana los alumnos la rellenaron escribiendo si ellos mismos estaban
incumpliéndolas, si eran víctimas de una de estas acciones o si
veían a alguien incumpliéndolas. Igualmente escribían las acciones
para mejorar la convivencia observadas. Les comenté que esperaba
recoger las hojas con toda la parte superior en blanco (la de
acciones que no debían producirse) y con la parte inferior (la de
mejora de la convivencia) llena de nombres. También les advertí de
que en caso de que no fuera así tendríamos que empezar a aplicar
sanciones. Este es el modelo para un día (la suya no tenía la
traducción al español):
Tras recoger y analizar
las observaciones realizadas por los alumnos en una semana, la
conclusión fue que tres alumnos destacaban por su reiteración en el
incumplimiento de los compromisos y que había un gran número de
alumnos que estaban llevando a cabo las sugerencias para mejorar la
convivencia. Estos tres alumnos recibieron un parte de comisión de
una falta leve y todo el grupo en general una felicitación por haber
muchas personas llevando a cabo alguna de las tres acciones propuestas para
mejorar la convivencia.
La siguiente semana, y
siempre con el objetivo de seguir mejorando la convivencia, en vez de
repartir la hoja de observación a todos los alumnos decidí que dos
observadores rotativos por semana eran suficientes y que empezaban el
primero y el último de la lista.
El grupo ha mejorado en
alguno de los aspectos: ya no juegan a quitarse el material, ni a
impedir el acceso a las taquillas, ni a tirarse del pelo ni
prácticamente a columpiarse en los pupitres de otros. Pero todavía
corren por la clase, se tiran cosas y se empujan.
En esta tercera semana
(19- 23 de noviembre) otros dos alumnos están realizando la
observación.
Ha surgido el conflicto
entre los alumnos sobre si la observación/denuncia del
incumplimiento de normas acordadas entre todos para mejorar la
convivencia era “chivateo”. Mi opinión es que no. Según el
diccionario de la RAE, “chivato” (en nuestro contexto) es
“soplón”
chivato, ta.
1. adj.
soplón.
U. m. c. s.
2. adj.
Col. Dicho de un niño:
Vivaz y atrevido, que mezcla ingenio y descaro.
3. m. Chivo que pasa de seis meses y no
llega al año.
4. m. Dispositivo que advierte de una
anormalidad o que llama la atención sobre algo.
Etc.
soplón, na.
(De
soplar, sugerir).
1. adj. coloq. Dicho de una persona: Que
acusa en secreto y cautelosamente.
Bajo mi punto de vista,
ningún alumno está acusando ni en secreto ni cautelosamente, sino
abiertamente denunciando unas actitudes de las que están cansados
porque consideran que perjudican la convivencia.
La siguiente medida va a
ser una explicación por parte de la enfermera del centro de las
posibles consecuencias para su salud de correr por un espacio tan
reducido y lleno de obstáculos como la clase, tirarse cosas y
empujarse.
Estaría encantada de
recibir vuestra opinión (no sólo sobre la idea del chivato sino
sobre las medidas llevadas a cabo) y cualquier sugerencia que se os
ocurra.
Os recuerdo que estoy a
vuestra disposición los lunes de 9,15 a 10,00 y en el correo
ana.gil@educa.madrid.org